Relaciones Venezuela-Bangladesh (1975-2007)


Venezuela y Bangladesh establecieron relaciones diplomáticas a través de un comunicado conjunto el 9 de junio de 1975, pero no pudieron ser desarrolladas más allá de la simple formalidad, debido a un continuo de inestabilidad política que se desarrolló en los dos países durante todo lo que restó del siglo XX. Sin embargo, en 1990 el Gobierno venezolano extendía la jurisdicción de la Embajada en India hasta Bangladesh, con lo cual se consolidaba al menos la intención de nuestra nación de mantener vigentes las relaciones.

La República Popular de Bangladesh está conformada por un territorio de 144 mil kilómetros cuadrados, en el que coexistía para el año 2006 una población de algo más de 147 millones de personas, lo que hace de ese país el tercero más densamente poblado del planeta, con 912 personas por kilómetro cuadrado. De ese universo humano, el 98% habla bengalí y el 83% profesa la religión musulmana, lo que los convierte en un pueblo culturalmente bastante homogéneo. El territorio bengalí está situado en la confluencia de los deltas de los ríos Ganges, Brahmaputra y Meghna, todos los cuales descienden desde los Himalayas; y si bien, la tierra es muy fértil, también es verdad que es muy susceptible a las inundaciones y a la sequía, aparte de la vulnerabilidad que le confiere su situación geográfica en el trópico de Cáncer, que en el Sundar Ban (jungla pantanosa en el Golfo de Bengala) provoca el monzón húmedo, los ciclones tropicales y los tornados que defenestran el país con cierta periodicidad.

Siguiendo su tradición, al independizar sus colonias, el Reino Unido dividió el subcontinente indio en India y Pakistán, siendo Pakistán fundada con una parte del musulmán territorio afgano, una región nor-occidental predominantemente musulmana de India y una pequeña porción del nor-oriente de India, en la que también predomina el Islam como religión. Ahora bien, aunque desde el florecimiento del Imperio Mogul, los pakistaníes y los bengalíes compartían la religión islámica, los dos pueblos están de hecho separados por mil kilómetros de territorio indio y toda una historia de tradiciones culturales y características fisonómicas distintas, que nunca se homogeneizarían a la fuerza. Bangladesh, que está situado al noreste del subcontinente indio, es la parte oriental de la histórica región de Bengal, ya que la parte occidental permaneció como territorio de India, siguiendo también el razonamiento religioso, ya que en esa región los bengalíes son hindúes.

Fue así como desde el mismo momento de la independencia del imperio británico se desató una guerra por la secesión de la Nación Bengalí, que no acabó sino después de casi veinticinco años de compartir historia con Pakistán. Ya en 1949, el bengalí nacionalista Sheijk Mujibur Rahman fundó la Liga Awami de Pakistan Oriental para luchar contra la frecuente explotación de la mayoría bengalí por la minoría no bengalí; en 1950 se abolía en Pakistán Oriental el sistema Zamindari, que era una especie de modo de producción feudal, para imponerse un “estado del pueblo”; y en 1952 el Movimiento de Lengua estableció los derechos de la comunidad Bengalí a hablar en su propio idioma, única revolución con estas características en el mundo, lo que originó que la UNESCO reconociera el 21 de febrero como el Día Internacional de la Lengua. Pero las tensiones llegaron a su máxima expresión cuando en 1970, mientras los pakistaníes orientales se aseguraban la mayoría en la Asamblea Nacional, el presidente Yahya Khan postpuso la apertura del parlamento. El 26 de marzo de 1971 fue la proclamación de la Nación Bengalí o Bangladesh, a lo que siguió una historia de casi tres años, en la que hubo un millón de muertos y diez millones de desplazados hacia India, hasta que en febrero de 1974 Pakistán reconoce la independencia del Estado de Bangladesh. Sin embargo, ya en junio de 1972 Venezuela reconocía a Bangladesh como nación soberana.

Aproximadamente dos tercios de la población bengalí son agricultores, siendo el arroz su principal producción. Pero en los últimos años, con la deforestación inclemente y los fenómenos naturales como el calentamiento global, el efecto invernadero y el fenómeno El Niño, Bangladesh ha sido azotado por inundaciones terribles, que han tenido un inmenso costo tanto en vidas humanas como en cosechas, lo que ha repercutido en el desabastecimiento alimentario crónico del país y por la elevación del nivel del mar, que ha afectado las zonas costeras. Además la tierra está degradada como consecuencia del uso excesivo de fertilizantes químicos y la filtración de agua salada debido a la cría de camarones. De la misma forma, la superpoblación ha causado que buena parte de la población se haya visto obligada a vivir en regiones pantanosas, lo que ha incrementado el riesgo de contraer enfermedades como el cólera y la disentería, por lo que se extendió el cavado de pozos de agua a lo largo y ancho de todo el país, a fin de que el pueblo pudiera tener agua potable; pero ello trajo como consecuencia el envenenamiento por arsénico de casi un cuarto de la población nacional, ya que los altos niveles de arsénico natural del agua en esa zona no fueron tomados en cuenta para llevar a cabo dicho trabajo.

Con el cambio en la política internacional venezolana, a principios del año 2001 el Presidente Hugo Chávez visitó Bangladesh a fin de estrechar los lazos de amistad entre ambos países, en el entendido de que uno de los motivos que mueven la misión internacionalista de Venezuela es la solidaridad, la cooperación y la complementariedad entre las naciones pobres del Sur. En esa oportunidad, el presidente venezolano se entrevistó con el Presidente Justice Shahabuddin Ahmed y la Primer Ministro Sheijkh Hasina, a fin de echar las bases para la cooperación entre las dos naciones, estudiando la posibilidad de firmar acuerdos que beneficiaran ambas partes. No fue posible completar esa tarea, debido tanto a la frágil estabilidad de los gobiernos del Estado bengalí, como a la arremetida inclemente a que en los años subsiguientes fue sometida la Revolución Bolivariana.

Por una parte, apenas en el año 2000 la Primer Ministro, que es la hija de asesinado Sheik Mujibur, había acabado de completar por primera vez en la historia del país un mandato de elección popular, siendo sustituida por Khaleda Zia, viuda del también asesinado presidente Zia ur-Rahman; al final de este mandato hubo otra interrupción del hilo constitucional, por presunto fraude en las elecciones y las dos mandatarias fueron privadas de su libertad por investigaciones judiciales de corrupción en sus respectivos gobiernos. Por otro lado, en los años 2002 y 2003, la política internacionalista de Venezuela, basada en la cooperación y la solidaridad, fue amenazada por un golpe de estado y por un intensísimo sabotaje a la industria petrolera, que interrumpió y retrasó la ejecución del internacionalismo bolivariano.

Sin embargo, en la visita realizada por el Presidente Chávez a Bangladesh, se entrevistó también con el profesor Muhammad Yunus, quien dos años después sería declarado Premio Nobel de la Paz, por haber diseñado y llevado a cabo la idea del Banco Grameen o Banco de los Pobres, inaugurando en el mundo la aplicación del concepto de las microfinanzas. Esa entrevista dio como resultado el compromiso cumplido en agosto de ese mismo año 2001, cuando el Director General del Banco Grameen y su adjunto vinieron a Venezuela (Memoria del Ministerio de Relaciones Exteriores, 2002, pág. 644) a dictar charlas y hacer evaluaciones sobre las posibilidades que había en el país de implementar las ideas del sistema microfinanciero fundado por el Profesor Yunnus.

En ese contexto, el mismísimo Profesor Yunnus visitó Venezuela entre octubre y noviembre del año 2001, a fin de presentar el informe, que sobre el trabajo en este país, realizaron los funcionarios del Banco Gremeen y para dictar una charla sobre microfinanzas a los encargados de los organismos que en Venezuela están siendo orientados para hacer ese trabajo. Así mismo, se le confirió la Condecoración de la Orden del Libertador en grado de Oficial, como reconocimiento de la República a un trabajo en función del fin de la pobreza de los pueblos del mundo y acompañó al Presidente Chávez en el acto de otorgamiento de los primeros microcréditos otorgados en nuestra Nación, como una muestra de la cooperación venezolana-bengalí.

En la actualidad, aunque no se ha firmado acuerdo alguno entre los dos países, se mantiene entre los dos un estado de relaciones cordiales, a través del representante diplomático venezolano, con categoría de Embajador concurrente residenciado en India y del Embajador de Bangladesh ante la ONU con concurrencia en Venezuela.

Caracas, 2008